Caminando hacia el desastre

Después de haberle contado todo a M. por fin me he puesto a elaborar mi proyecto web sobre Tarantino. Estoy haciendo una especie de historieta para que la gente conozca mejor las películas y los trabajos de este director. Creo que la tecnología es una herramienta muy útil para hacer este tipo de cosas. Los avances tecnológicos hacen la vida más fácil y ayudan a la divulgación de conocimientos, que de otra forma encontrarían más obstáculos para llegar a todo el mundo.

Sin embargo hay que tener cuidado con otros usos de la tecnología que no resultan tan positivos, sino todo lo contrario. Estoy hablando de esos usos que provocan daños en el medio ambiente y en la salud humana: transgénicos, nuevas armas, capitalización de recursos naturales, humanos a la carta, diferencias más grandes entre pobres y ricos, marginación de aquellos que no poseen la tecnología, sustancias dudosas en los alimentos... y todo esto en un ambiente de completa impunidad para los que promueven estos malos usos. Todo el mundo debería interesarse por la tecnología, pero para intentar hacer un mundo mejor y más justo, y no para ponerla al servicio de los intereses económicos y políticos, que siempre andan tocando las narices.

El ejemplo de las armas es muy claro, si las fabrican tendrán que venderlas y para venderlas hay que hacer guerras. Mientras tanto en ellas mueren millones de personas, y entre ellos muchos niños soldado que son enviados a una muerte segura. Me parece tan injusto y tan intolerable. Mientras nosotros nos acostumbramos a unos modos de vida que cada vez requieren más recursos. El mundo está tomando un camino hacia el gran desastre, en el que se convertirá en un auténtico basurero de porquería y de seres humanos que ya no sirven al capital ni a la política. He dicho.

Y hablando de desastres, la conversación con M. ha sido uno de los grandes. Es increíble que dude de mi palabra, sabiendo que soy sincera siempre. Además no tengo ningún motivo para mentirle en este tema. ¿Envidia? ¿De qué? ¿De ser una ama de casa trabajadora, anticuada, retrógrada y esclava de un marido acosador? Bueno voy a parar porque estoy diciendo cosas que no quiero decir. Juré que jamás discutiría con una amiga por un hombre y ahora que soy una mujer hecha y derecha me veo en esta situación. No me lo puedo creer.

Al menos mi residente me está salvando del marido de M. cada vez que viene al hospital. Ahora ya ni utiliza excusas ni nada, se planta allí y pregunta por mí. Por lo visto no soy la única, ya que una de las enfermeras comentaba el otro día que un hombre que se pasea por el hospital últimamente se le insinuó en la sala de espera. ¡Vaya joya!

Para joya el residente, cada día me gusta más, es tan mono y tímido... Veremos en qué termina todo esto, no quisiera parecer una acosadora yo también, después de todo es más joven que yo y no sé si estará interesado en alguien de tanto carácter. Estas ganas de cambiar el mundo y esta firmeza en mis opiniones siempre me ha hecho ser algo odiada por los hombres, que se creen con el poder de decidir el rumbo del mundo porque son el sexo fuerte. Por lo menos de vez en cuando encuentras a alguno que es más humilde y que piensa de una forma más moderna, como mi residente... aunque quizás se deba a su juventud. Bueno, me he animado a llamarle por teléfono, deseadme suerte...

Fdo. V