La amistad 2.0
Estoy totalmente desolada... quizás escribir unas líneas pueda ayudarme a sacar todo el fuego que llevo dentro, unas llamas que me queman lentamente todo el cuerpo. Ayer por la noche, V y P decidieron, de manera imprevista, que nos reuniéramos en casa de V pues había comprado una deliciosa paletilla de cordero y la pobre, sola, no tenía con quien compartir la también solitaria carne. Allí estábamos las tres, como colegialas reunidas charlando de nimiedades cuando la cara de V se tornó brusca, muy muy seria. Después de las palabras que dijo a continuación mi vida cambió e incluso mi percepción de la realidad. Mi marido se le estaba insinuando desde hacía ya unas semanas. Me contó que acudía al hospital a por recetas como excusa, iba hasta su casa para preguntarle por mi... ¡Pero se puede ser más cruel y más sinvergüenza! Mi propia amiga, compinchada con la otra (P), intentaban desmontar mi feliz matrimonio por pura y ruín envidia. Desde luego sabía que nuestros incompatibles caracteres algún día acabarían explotando. No sé qué hacer realmente con esta situación. Llamé a la mañana siguiente a P para pedirle opinión por la situación y me contestó que creía a ciegas a V. Una ya no sabe de quién puede fiarse hoy en día, hasta tus amigas de la infancia, el día menos pensado, te pueden clavar un puñal por la espalda. A mi marido de todo esto, chitón. No vaya a ser que todo sea invención de la excéntrica V y todos estos años se tiren por la borda.
Desde aquella noche ando refugiada en algo que hasta el momento nunca pensé que me pudiera interesar. En el club de lectura nos han propuesto elaborar una página web. Yo para estas cosas soy muy corta, una total analfabeta tecnológica. Sin embargo, nadie puede conmigo, quien la sigue la persigue, y para aprender a elaborar un sitio web me he comprado un manual: Web 2.0. Entre la pantalla del ordenador y mi manual paso las horas libres que tengo después del trabajo. Mi marido me observa extrañado en mi tarea y yo le replico que nos tenemos que ir actualizando, que ya va siendo hora. Para nuestro proyecto debíamos escoger un personaje que nos atrajera. Aunque prefiero que no sirva de precedente, he escogido un "viñetista", Forges, que en la actualidad dibuja para El País. Y quería matizar al respecto que a pesar de no congeniar demasiado con este medio, debo destacar el papel que tuvo Antonio Fraguas como uno de los fundadores en su momento del diario El Mundo.
Poco más puedo contar aquí, mi vida en estos momentos se encuentra en un amargo paréntesis. Mis amigas, hasta ahora un apoyo máximo en mi vida, parecen no estar demasiado de mi lado. Todo esto me entristece, pues también dudo que en su corazón tengan tanto odio como para hacerme esto a mi, su compañera siempre fiel...
A vece me vienen a la cabeza pensamientos impuros al respecto... ¿tendrán razón mis amigas? ¿mi marido será un auténtico depravado mental? El tiempo pone a cada uno en su sitio, veremos lo que dice al respecto. De momento me quedo con mi manual, con Forges, con el club de lectura y con las noticias que me ofrecen los periódicos... estos sí, siempre fieles.
Fdo. M
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