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Nuevas tecnologías e inmigrantes

Nuevas tecnologías e inmigrantes

Este domingo mi hijo pequeño tomará la primera comunión en la Iglesia de San Francisco de Borja, al lado de casa. He invitado a toda la familia y a algunos amigos, ya que un acontecimiento de este calibre merecía la pena. Mi amiga V. ya me avisó de que a la comida sí vendría pero al acto religioso no, y es que ella siempre ha sido una atea. La respeto pero creo que no confiar en la religión, que está vigente desde hace miles de años, responde a un poco de arrogancia y orgullo, pero cada uno es como es. Pues bien P. nos contó el otro día un asunto que la verdad me parece toda una novedad y que puede resultar un incentivo para que la Iglesia consiga más adeptos. El Papa Benedicto XVI en su visita a Sydney ha mandado a los jóvenes católicos de la ciudad sms a sus móviles dándoles las gracias por todo. Desde luego esto es un claro ejemplo de que la religión católica tiene ganas y fuerzas de renovarse día a día. Con su modernización tal vez pueda dar una "bofetada", de manera metafórica, a todos aquellos que auguran su fin en un futuro.

Pese al revuelo que ocasiona la preparación de la comunión de mi hijo no dejo de lado ni un instante todo lo concerniente a mi trabajo ni mi enriquecimiento intelectual. Me gustaría comentar algo con mis amigas el próximo día que coincidamos, bien en el bar "Casanova", en el club de lectura o en alguna de nuestras casas. Creo que en nuestras conversaciones hemos dejado en el tintero un tema que me parece realmente relevante, no en relación directa con la religión católica, pero si imbricado en el conflicto de la vida misma. La inmigración es un problema en nuestra sociedad actual y de los más graves, junto con el terrorismo y los altos índices de paro e inflación. No hace mucho el Consell en la Comunidad Valenciana ha decidido retomar una propuesta que en su día hizo el candidato a presidente del Gobierno con el Partido Popular, Mariano Rajoy. Se reivindica la instauración de una ley en la que los inmigrantes de manera voluntaria, aunque debería de ser obligada para todos, sin distinciones, acepten acoplarse a las costumbres y leyes españolas y de nuestra comunidad. Para la izquierda de este país este hecho supone un grave error, un problema de xenofobia y racismo y una situación intolerable.

Por desgracia con todas estas exageraciones se está perdiendo el norte, el sentido común y el verdadero interés por mejorar nuestro país. Según el catolicismo todos somos iguales, hasta ahí todo bien. Pero sí debemos considerar que en ocasiones las diferencias que nos separan de otras culturas es realmente grande. En el caso de que yo viajara a un Estado musulmán me obligarían con seguridad a llevar puesto sobre mi cabeza un pañuelo. Aquí por tanto sería necesario que se les obligara en cierta manera a respetar nuestras costumbres y si pudieran aplicarse a sus vidas mucho mejor. El portavoz del partido socialista en el Consell, Ángel Lluna, expresó estas palabras en el último Consell: "Tras el contrato de integración ¿qué vendrá? ¿una estrella amarilla en la solapa?". Se observa claramente la exageración y manipulación que llevan a cabo los progresistas que abogan por una mezcla de culturas y razas realmente peligrosa... dará mucho que hablar...

 

Fdo. M

1 comentario

Esther -

Me gusta esta iniciativa! esta diver. un saludo para los 3!